
Nacimiento
El Club Atlético San Martín es la consecuencia del entusiasmo de 14 jóvenes de la barriada sur de la capital de Tucumán, más precisamente la esquina de Ayacucho y Lavalle. Estos apasionados deportistas tenían la idea de crear un club y estaban de acuerdo en que se llamaría San Martín.
Aquellos muchachos se llamaban Romelio Castro, Ezequiel Riquelme, Secundino Torossi, Medardo Figueroa, Ramón Méndez, Zacarías Robles, Segundo Medina, Manuel Reynoso, Justo González, Alberto Muruaga, Segundo Rivero, Amado Pereyra, Angel Suárez y Ramón Romano. Se reunían en la casa de Riquelme y en la de Torossi, hasta que se firmó el acta de fundación en la noche del 2 de noviembre de 1909. No se imaginaban estos jóvenes de la esquina conocida como La Laguna, porque se inundaba cada vez que llovía, la trascendencia que tendría ese modesto club, que nació como representante de una barriada, para terminar convirtiéndose en el símbolo de una provincia.
Desde ese momento el Club San Martín fue creciendo y metiéndose en el corazón de los tucumanos, para convertirse en uno de los más importantes y populares no sólo de la provincia, sino a nivel nacional. Sus seguidores fueron multiplicándose día a día, acompañando un proceso de crecimiento institucional que fue paralelo a la obtención de grandes e inolvidables logros deportivos.
Aquel puñado de apasionados deportistas conforman la escencia que dio vida a un sentimiento único, maravilloso, que despierta cada vez que el equipo sale a la cancha a defender el prestigio de esa camiseta que nació y perduró en el tiempo como un símbolo que envuelve tanta pasión. Por todo lo que fue, es y será San Martín los nombres de esos jóvenes ocuparán siempre un lugar destacado en la galería de los recuerdos.
Fue su primer presidente Romelio Castro y los colores que eligieron para la camiseta se inspiraron en los usados por los gloriosos granaderos de San Martín y en el escudo, esas franjas verticales rojas y blancas son 11, porque representan a los 11 jugadores del equipo.